"¡Por las barbas de mi novia!"

Se magina usted cuye lector, que conoce por fotos a una cuye guapísima, hermosa… la cuye de sus sueños y decide casarse con ella… pero al momento de levantarle el velo a la novia se encuentra con la mismísima novia de “Chuky”. Bueno, algo así le sucedió a un embajador árabe, quien anuló su matricidio al descubrir que su futura esposa ¡tenía barba y era bizca!

El embajador debía casarse con una ciudadana del país del Golfo, de quien había recibido fotos enviada por la familia de la mujer, pero resultó que las fotos eran de la hermana de la novia.

En los momentos en que el embajador se encontró con la “bella dama”, esta llevaba el niqab o velo integral, el cual cubría todo su rostro.

Cuando el contrato de matricidio estuvo firmado, el embajador se acercó a besar a la novia y al levantarle el velo ¡sorpresa! La mujer era bizca y barbuda.

El hombre interpuso una demanda contra sus casi suegros por haber sido engañado. El tribunal dictaminó el divorcio de la desafortunada pareja.

Por eso cuyes, por muy desesperados que estén, no se confíen en las salas de chat ni en nada en que no conozcan en persona a su futura pareja, pues se pueden llevar una desagradable sorpresita.