Ayer nuestra querida Usach les dio la bienvenida a todos los cachorrillos que ingresaron este año a la universidad más pulentosa de Shile. Y por supuesto, los Cuyes con Rabia no se podían quedar ajenos a tan magno evento.
Llegamos al foro griego con un notable retraso por culpa de una cuye que no revelaremos su identidad (lalala…), por lo que mi compañero de aventuras Cuye Nightphantom casi me golpea cuando no encontramos a nadie de periodismo. Pero luego de una rápida búsqueda y comparar caras con fotos de “feisbuk”, logramos visualizar a nuestras próximas víctim… compañeros.
Nos acercamos y nos miraron con cara de desconfianza… “¿ustedes son de segundo?” preguntó una cachorra, y nosotros dijimos “¡si! muajajajajajajaja y ahora… ¡morirán! … muajajajajajaja… ”… no, eso no lo dijimos, solo lo pensamos… “¡si!” les respondimos, pero aclaramos que veníamos en son de paz y amor.
Ante la pregunta “¿Qué les pareció la bienvenida?”, la respuesta fue unánime: “fome…”, y es entendible… es que como que los señores jefes de carrera no tienen mucho ese don de entretenerte.
Luego de unas vueltas para ver asuntos de becas, tickets, etc… los cachorros se fueron derechito a los pastos más carreteados de la universidad… ciencias… donde formando un círculo se presentaron.
La mayoría salió del colegio el año pasado, estaban seguros de que periodismo era su vocación, las opciones para especializarse varían entre deportes, política y cultura y muchos expresaron su ferviente deseo por ser “cachorreados”.
Entre cervezas, jugos y papas fritas conocían mejor a los que serán sus compañeros por los próximos cinco años. Además de resolver dudas sobre ramos y profesores.
Gritaron un par de veces el grandioso: “¡sexo, droga y alcoholismo!… ¡ESCUELA DE PERIODISMO!” y nos dirigimos a nuestro, por muchos adorado, bosque de “Sherwood”.
Llegamos al foro griego con un notable retraso por culpa de una cuye que no revelaremos su identidad (lalala…), por lo que mi compañero de aventuras Cuye Nightphantom casi me golpea cuando no encontramos a nadie de periodismo. Pero luego de una rápida búsqueda y comparar caras con fotos de “feisbuk”, logramos visualizar a nuestras próximas víctim… compañeros.
Nos acercamos y nos miraron con cara de desconfianza… “¿ustedes son de segundo?” preguntó una cachorra, y nosotros dijimos “¡si! muajajajajajajaja y ahora… ¡morirán! … muajajajajajaja… ”… no, eso no lo dijimos, solo lo pensamos… “¡si!” les respondimos, pero aclaramos que veníamos en son de paz y amor.
Ante la pregunta “¿Qué les pareció la bienvenida?”, la respuesta fue unánime: “fome…”, y es entendible… es que como que los señores jefes de carrera no tienen mucho ese don de entretenerte.
Luego de unas vueltas para ver asuntos de becas, tickets, etc… los cachorros se fueron derechito a los pastos más carreteados de la universidad… ciencias… donde formando un círculo se presentaron.
La mayoría salió del colegio el año pasado, estaban seguros de que periodismo era su vocación, las opciones para especializarse varían entre deportes, política y cultura y muchos expresaron su ferviente deseo por ser “cachorreados”.
Entre cervezas, jugos y papas fritas conocían mejor a los que serán sus compañeros por los próximos cinco años. Además de resolver dudas sobre ramos y profesores.
Gritaron un par de veces el grandioso: “¡sexo, droga y alcoholismo!… ¡ESCUELA DE PERIODISMO!” y nos dirigimos a nuestro, por muchos adorado, bosque de “Sherwood”.
Ahí la cosa “guateó” un poco cuando el cachorro, cuyo nombre real no recuerdo, pero que como nombre “feisbukístico” responde a “Martin McFly” exclamó: “¡¿y esta cosa es Sherwood?!”… ahí nuestro espíritu usachino se sintió profundamente ofendido y hasta Jebús (nuestro querido ser místico que en vez multiplicar panes multiplica hojas) lo miró con ojos de: “¡Dios mío! ¡Qué herejía más grande!” (¬¬ … esos ojos). Así que en masa partieron a los pastos de filosofía. Ahí les perdimos la pista, porque este par de cuyes estaban hambrientos y veían un completo de Metalurgia.
Pero a pesar de ese desaire con nuestro bosquecillo, nos cayeron “shúper” simpáticos los cachorros. Son gente “buena onda”, entusiasta y se nota que están felices de entrar a la Usach.
Como Cuyes con Rabia (y tomando la voz de mis compañeros segundo), les damos la más de las mejores bienvenidas. Ojalá que se sientan cómodos, hagan hartas y buenas amistades y cada día se acerquen más a concretar sus sueños.
Por experiencia propia les puedo decir que la Usach poco a poco se convertirá en su segundo hogar y, poco a poco, se sentirán usachinos de tomo y lomo.
